Limpieza y revisión: Realizamos una limpieza minuciosa de los componentes del sistema de suelo radiante, incluyendo las tuberías y los colectores. Eliminamos cualquier acumulación de suciedad o residuos que puedan obstruir el flujo de agua caliente. Además, inspeccionamos visualmente las tuberías en busca de posibles fugas o daños.
Verificación de la presión del sistema: Comprobamos la presión del agua en el sistema para asegurarnos de que esté en el rango óptimo. Si es necesario, realizamos ajustes y rellenamos el agua para mantener la presión adecuada.
Comprobación de la bomba y las válvulas: Verificamos el correcto funcionamiento de la bomba y las válvulas del sistema de suelo radiante. Realizamos ajustes y lubricación si es necesario para garantizar un rendimiento eficiente.
Control de la temperatura: Verificamos y calibramos el termostato y los sensores de temperatura para asegurarnos de que estén funcionando correctamente y proporcionando la temperatura deseada en tu hogar.
Inspección de la bomba de calor o caldera: Si tu sistema de suelo radiante está conectado a una bomba de calor o caldera, revisamos su estado general y su rendimiento. Realizamos las pruebas necesarias para asegurarnos de que estén funcionando de manera eficiente y sin problemas.
El mantenimiento regular de tu sistema de suelo radiante no solo prolonga su vida útil, sino que también mejora su eficiencia energética, lo que se traduce en ahorros a largo plazo. Además, un sistema bien mantenido reduce el riesgo de averías costosas y asegura un funcionamiento óptimo durante toda su vida útil.
En INSA, ofrecemos programas de mantenimiento personalizados adaptados a las necesidades específicas de tu sistema de suelo radiante. Nuestro objetivo es brindarte un servicio confiable y de calidad para maximizar la eficiencia y prolongar la vida útil de tu sistema.